La muerte unas veces nos deja morir y otras nos asesina.
Manuel González Prada
Supe que era la asesina desde que vi aquel brillo verdoso en sus ojos negros mientras descuartizaba un pollo para el almuerzo, pero sólo tuve las pruebas suficientes cuando ya era demasiado tarde. Ya había caído en sus brazos, su cama y su tabla, donde yo era la próxima ave a rebanar.
4 comentarios:
Muy buene e Ingenioso
Muy bueno e ingenioso
jajaja todos somos asesinos...excepto yo...yo compro el trabajo acabado!!
Admirable lo corto del texto y lo mucho que entrega. Perfecto el desarrollo!
Saludos, amigo.
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