Entradas Recientes

29 de marzo de 2006

Cuentos de Otoño

Con cariño al Otoño y a F.

En la espera

Recostado sobre el pasto, rodeado de hojas color ocre, rojizas y secas. Esperaba. Sentía una mezcla de nerviosismo y melancolía, mientras el otoño me hacia eco. En la espera comencé a mirar a la gente al pasar, cada uno con su historia, con su mundo, algunos quizás también van al encuentro de un antiguo amor. Hace 5 años que no comparto con ella el caer de las hojas, cuantos recuerdos, cuantos acuerdos en nuestro destino que terminaron por separarnos, pero quedo lo bello del amor. Como las inolvidables tardes de otoño. Aun puedo recordar como la conocí y comenzó todo...

Llego un día cualquiera al taller de comics, en el que yo vagaba con mis amigotes, ella era compañera de curso de uno de estos engendros (Danilo), no creía en el amor a primera vista hasta que la conocí, algo me estremeció, me deslumbro. En el fondo de sus ojos verdes había aquel brillo triste que tienen solos aquellos que han vivido. Me acerqué con la excusa de mostrarle un plot al profesor que conversaba con ella y congeniamos inmediatamente, el flechazo fue mutuo. Le mostré mi poesía y ella a su vez la suya. Bebí ternura de su ser y no me sacie, nunca había estado tan contento, tan feliz en compañía de alguien. Me dio su teléfono para que acordáramos el ir juntos a una exposición de arte romano en el museo de providencia, me costo encontrarla en su casa, pero cuando al fin la hice redoblaban las campanas en la capilla de mi liceo- casi como una señal- mientras hablaba con ella (Se estaba bañando), en fin, concertamos la cita un 11 de octubre.

La primavera hacia alarde en nuestros corazones. Recuerdo que se había teñido su pelo rubio a rojizo o algo parecido –ja, ja, pero a mi igual me encantaba -. Nos juntamos frente la iglesia de San Francisco, la que fue testigo de muchos de nuestros encuentros, desencuentros y promesas de amor. Luego tomamos una micro hasta el museo y al bajar le tome la mano para ayudarla y no la solté mientras caminábamos en dirección al museo, el corazón me daba tumbos y temblaba, ella me ofreció su sonrisa y apretó mi mano con mas fuerza. Lamentablemente la exposición había finalizado, entonces decidimos ir al edificio de la empresa telefónica, allí seguimos tomados de la mano al bajar y conversamos de nada en particular, pero no podía dejar de mirar a sus ojos claros. Entramos a la telefónica, en esas fechas había una exposición de teléfonos antiguos, los miramos, nos miramos, puse mi mano en su cintura, luego sin que yo me lo esperara, se acercó, me acaricio el rostro, me miró a los ojos y me besó. El cielo se abrió y me iluminó, el corazón me explotó y temblaba entero, respondí a tientas el beso y no atine a decir nada.

Atravesamos a una plaza en frente y yo aún no decía nada, no tenía palabras, tenía el corazón demasiado lleno de alegría, nunca pensé que tendría a alguien, siempre he sido muy solitario. Entonces ella, ante mi silencio, me pregunto que si ella no me interesaba...y ahí me salió la voz casi atropelladamente, le dije que la había querido desde el primer momento en que la vi, luego hubo besos, le enseñe poesía que había escrito le noche anterior para ella, mientras no podía dormir, por el nerviosismo de la espera de nuestra cita...

...Ahora estoy aquí 5 años después de que todo se termino, un momento, allá viene, como siempre atrasada, no ha cambiado mucho, todavía tiene los mismos ojos, el pelo es distinto, la figura mas delgada que la última vez, pero hay ciertas cosas que no cambiaran jamás: estará en mi para siempre, mi primer amor.


Ángeles bajo la lluvia


Llovía y las hojas secas bebían y navegaban en las charcas, mientras yo las hacia zozobrar en las hondas que nacían bajo mis pasos. Siempre me ha gustado caminar bajo la lluvia, con la esperanza que laven mi tristeza, he pensado siempre. Nunca me había sentido tan triste en mi vida como en este momento, la existencia se me transformaba en cansancio, el hecho mismo de respirar no me alentaba, ahí quienes creen que respirar es estar vivo, pero yo no, estaba muerto. Todos ellos murieron y yo con ellos, la guerra los había matado. Solamente faltaba que yo me fuera. Era mi familia. Mi esposa, mis hijos, mi madre y mi padre, todo lo que tenia en el mundo. ¿porqué debían morir sino era su guerra?, faltaba yo, debí morir con ellos, murieron en la frontera a metros de la salvación, cuando un suicida hizo explotar una bomba atada a su cuerpo, debí estar ahí.

Me han dicho que el rió Mapocho se vuelve fatal con la llegada de las lluvias. Hacia allá voy, a la fatalidad. Además, sino te mueres ahogado cualquier enfermedad infecciosa hará el trabajo. No tengo razones para existir. Pero si estaban a punto de estar a salvo. Dios mío me quitaste lo que yo mas quería, tu voluntad se hizo contra la mía, y ahora no veo mas camino que el de seguir a mi gente.

Subió a la baranda del puente. No había ningún testigo de su dolor y su muerte. Su nombre ya no importaba, aunque en otro tiempo le gusto que lo llamaran Andrés, pero pocos lo recordaban. Lágrimas corrían por sus mejillas, confundiéndose con la lluvia. Abajo, el río rugía. Entonces apretó los dientes y los puños antes de saltar, cuando de pronto sintió un calor en el fondo de su alma, miro sus manos y alrededor de todo su cuerpo había una capa de luz, una coraza, luego esta se separo de su cuerpo y se formo otro cuerpo frente de si, era un ser de luz brillante y hermoso con algo parecido a unas alas de luz en su espalda, Andrés no daba crédito a sus ojos y pensó que estaba delirando y se lanzó a las aguas...el ángel lo sostuvo entre sus brazos y en ese momento el sintió una voz clara y cálida que le decía: todavía no puedes irte, tienes algo que hacer antes. Entonces hubo calma en su ser: hubo amor y perdón.

Meses después gracias a sus memorias todo el mundo se unió y la guerra termino, en ellas no hablo de su ángel, pero si de su amor.


Paisaje otoñal


El daba las ultimas pinceladas al paisaje otoñal. Era un pequeño bosquecillo sobre una colina, en cuyos pies se encontraba unas ruinas milenarias. Los colores ocres, rojizos y secos le daban una belleza inigualable. Estas tierras son ricas en leyendas y Eduardo era una leyenda de la pintura, tenia ochenta y dos años y era el ultimo sobreviviente de su estirpe; su salud era excelente, tanto que todavía podía pintar como en sus mejores años y más aún con la destreza de la experiencia, aún así sentía que este era su último cuadro, pero a la vez, esta sensación de fin, estaba acompañada de una alegría que lo inundaba.

Estaba solo, disfrutaba de la soledad, y de la brisa. Aquel paisaje le traía preciosos recuerdos, porque fue en esas mismas ruinas en que beso por primera vez al amor de su vida, con quien tuvo ocho hijos, la que un día como hoy, hace un año, se fue, sin vuelta atrás. Miro con alegría y satisfacción su obra. Una lágrima de felicidad rodó por su mejilla. Miró al cielo que presagiaba lluvia y volvió la vista al paisaje de su cuadro, entonces se quedo estupefacto...era ella saliendo de entre las ruinas, joven, como cuando se conocieron, el mismo cabello miel y los mismos ojos brillantes como castañas. Su amor, su mujer. Se acercaba rápida y lentamente como si volara sobre las hojas secas, por ese mar de cálido color, al tiempo que el viento jugaba con su pelo.
En ese momento se dio cuenta y quedo anonadado al ver que la figura de ella se repetía como un espejo en su obra, como si esta fuera una ventana, entonces en un pestañear, cuando ella estuvo por fin a su lado, le tomó la mano y lo besó en los labios, tan dulcemente como la primera vez, en ese mismo instante ambos volvieron a ese momento, a los veinte años y tomados de las manos desaparecieron, mientras caminaban hacia las ruinas.

...y esa es la leyenda, de esta, la última obra maestra de Eduardo Ossa del cual nunca se encontró rastro. Si miras con atención podrás ver el rostro de felicidad que tiene la joven pareja, un detalle imposible de obtener con las técnicas de la época - dijo el guía a los visitantes del museo más de un siglo después, en las mismas tierras llenas de leyendas, pero ya sin ruinas.

6 comentarios:

·º·DarkAngel·º· dijo...

Amor y Otoño

Me encanta como hablas de amor y también de desamor. Eres un caballero muy romántico.

Ojalá mi muerte fuera en manos de mi amado, al igual que Ossa, cuando él ya no esté y el otoño de mi vida ya no tendré mas que seguir su camino y volver a tomarle la mano con fuerza.

Saludos románticos : )

Arpeghios dijo...

JOJOJOJO todo un galancete eres Yfraim Jorkearterizaga, te felicito por tus letras ke cobran valor con el paso del tiempo

Anónimo dijo...

vaya vaya que cuentos de otoños! hacen alusion de ti.
El primer cuento, En la Espera, parece que te hicieron esperar mucho, porque tu romanticismo llega a limites insospechados, sin ofender. Es bastante lindo tu cuento, Te felicito.
En el segundo cuento , Angeles bajo la lluvia, triste, pero bien, se nota que has sufrido.
En el ultimo,pasaje otoñal,me alegra que el caballero haya vivido bien, con su amada, y juntos hayan dejado una estela de lo que fue su vida.
Espero que sigas asi, esplorando tu interior ( caballero amado que ama, se aprecia bastante que eres una persona muy querida), te deseo la mejor.

Nachito dijo...

Jajaja

Hola viejito:

como tas???

oye estuve leyendo tu blog N rato

y aun no termino, ufff (por

tiempo) pero lo q he leido ta super

interesante...

weno te felicito por el blog

y nos estamos comunicando

en otro posteo te hago una critica

ok??? ya se me cuida

xaop... Naxito

Anónimo dijo...

Jajaja

Hola viejito:

como tas???

oye estuve leyendo tu blog N rato

y aun no termino, ufff (por

tiempo) pero lo q he leido ta super

interesante...

weno te felicito por el blog

y nos estamos comunicando

en otro posteo te hago una critica

ok??? ya se me cuida

xaop... Naxito

Anónimo dijo...

Jajaja

Hola viejito:

como tas???

oye estuve leyendo tu blog N rato

y aun no termino, ufff (por

tiempo) pero lo q he leido ta super

interesante...

weno te felicito por el blog

y nos estamos comunicando

en otro posteo te hago una critica

ok??? ya se me cuida

xaop... Naxito