Entradas Recientes

28 de mayo de 2014

USB


Nadie tiene dominio sobre el amor, pero el amor domina todas las cosas.
Jean De la Fontaine
Después de mucho tiempo de ser enviado me acaba de llegar un paquete desde China, tanto así, que a éstas alturas no recuerdo que puede contener. Por eso lo abro con entusiasmo como si fuera un regalo, dentro encuentro: un cable USB con extensión macho y otro cable del mismo tipo pero con extensión hembra; y grande es mi sorpresa, al encontrar junto a éstos: un pequeño cable micro USB macho por un lado y hembra por el otro. Es un regalo del vendedor pienso en un principio, pero, también puede ser un milagro del amor.


21 de mayo de 2014

El león rampante


El león era parte de su escudo familiar desde incontables generaciones, sin embargo, ningún miembro de su familia había medido sus fuerza con ésta magnífica bestia. Él era el primero en viajar a África e ir a la caza de un león, armado solamente con un cuchillo.

Después de varios días, el cazador, sin suerte en su búsqueda de un león le parecían verdaderas las noticias sobre el peligro de extinción del animal. Pero persistía en su busca y, como todas las noches, acampó sólo al cobijo de unos árboles. Abrigado por el fuego cantó una vieja canción de amor e invocó a sus dioses; los animales nocturnos lo observaban con curiosidad, algunos olisqueaban con desagrado su asesina presencia, y luego continuaban su camino; El cazador disfrutaba de un trozo de carne seca, cocinada con raíces comestibles y agua, cuando escuchó los rugidos: el primero fue muy cerca y el segundo muy lejos, lo que le produjo miedo y confusión en un principio, pero luego tomó su cuchillo y esperó atentó, ésta era su oportunidad. Pasaron segundos interminables hasta que un par de ojos brillantes aparecieron en la oscuridad, luego otro par, luego cientos de ellos, y en medio de todos éstos, surgieron aquellos ojos: amarillos y feroces, acercándose lentamente; el cazador tembló cuando vio al león frente a él, iluminado por el fuego y parado en dos patas, tal como aparecía en el escudo de armas de su familia; se estremeció aún más, cuando el león pronunció su nombre, el de su padre y el de su abuelo; luego, con su bestial voz, lo desafió a un combate a muerte sin armas, a lo que el cazador respondió sacando un pañuelo de su bolsillo bordado con el escudo familiar; el león lo miró con desdén y le quitó la tela de sus manos, acto seguido miró la figura dibujada en el trapo y se rió con un rugido, luego le devolvió el pañuelo lanzándolo contra la cara del cazador y mientras éste último gritaba de terror, el león desapareció en la noche, rugiendo y riendo.



14 de mayo de 2014

El primer golpe



Todos matan lo que aman: el cobarde, con un beso; el valiente, con una espada.
(Oscar Wilde)

Puse toda mi confianza en mi espada y lancé el primer golpe, pero él la detuvo en al aire con sus manos desnudas. Nos miramos a través del filo, sin hacer esfuerzo alguno, reconociendo la situación, esperando. Incliné rápidamente la hoja para poder atacarlo, pero él la giró aún más, logrando que un rayo de sol me cegara por una fracción de segundo, lo que él aprovechó para asestar una patada en la empuñadura de mi espada, lanzándola lejos. Ahora, sin mi espada, no sabía que hacer. Él me miró tranquilamente y se alejó un par de metros, midiendo cada uno de mis movimientos. Respiré profundamente, apreté los puños, cerré mi libro y fui al baño.






7 de mayo de 2014

La creación


Desde que se cambiaron a vivir al otro extremo del universo, ella extrañaba el pequeño jardín que cultivaba en su antiguo hogar. Tan hermoso se veía éste dentro de su esfera; repleto de maravillosas plantas y flores distintas; atiborrado por muchos animales, tanta biodiversidad como estrellas hay en el cielo; seres pequeños, inteligentes y belicosos lo gobernaban, pero dueños de un corazón profundamente puro. Ellos eran los que realmente daban vida a su jardín; tan majestuoso era su jardín azul. Tanta añoranza tenía, que un día, él le propuso crear un nuevo jardín en un pequeño planeta muy adecuado para el cometido, lo había visto ese mismo día de camino a casa. Inmediatamente, ella aceptó, y fue así, como ambos plantaron el jardín. Pero ella fue sólo ella, la que lo cuidó con esmero y cuando nuevamente aparecieron, en forma mágica, los mismos belicosos seres, dio por terminada su labor. Ahora ellos se encargarían del jardín.