Siempre me gustaron los gatos aunque nunca tuve uno de mascota, pero hace varios años atrás uno me salvó la vida....Yo estaba en una partida de póker a punto de perder todo - y me refiero a TODO - cuando en medio del bullicio del lugar escuché bajo la mesa unos maullidos, nervioso y sudoroso levanté un poco el mantel dispuesto callarlo de una patada, pero quedé perplejo al descubrir sus brillantes ojos verdes mirándome fijamente y su pelaje blanco impoluto iluminandolo todo con excepción de un punto negro en su frente, maravillosamente parecido a un corazón y lo más bello de todo, bajo sus patas delanteras una carta: un as de corazones. Y sí, no te rías, era la carta que necesitaba para ganar mi última partida...esa noche dejé el juego y adopté al gato, míralo, ahí está junto a la ventana.
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6 de junio de 2013
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2 comentarios:
pues ellos son mágicos
a mi me encantan
son únicos y de personalidad definida
ninguno es igual a otro
no son como los perros (reparecidos)
salvado ha quedado el jugador y saldado el riesgo
abrazos y feliz fin de semana
Bonita amistad esa que deja todo por el otro, en este caso materializado en un gato. Besicos
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