Fue uno de esos días fríos. Yo la esperaba escarchado y tiritando de frío en el paradero. Llegó apurada, con los ojos brillantes y sonrientes. Se acercó rauda, y de súbito, bajó la bufanda que cubría su boca y me besó. Fue un beso cálido, amielado y revelador. Fue nuestro primer beso. Hasta que ella estornudó, luego estornudé yo, después ambos juntos, y una carcajada terminó con nuestro coro de estornudos y besos.
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3 de septiembre de 2012
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2 comentarios:
q lindo........ deben de haber terminado ultra resfriados.........
Puchas que tienes gracia para esto! me encantan tus microcuentos, y voy a ser tu primera compradora cuando publiques.
Abrazo, y sigue firme con este entusiasmo.
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