Mantenga su rostro al sol y no verá la sombra. Es lo que hacen los girasoles.
Helen Keller
Fue en una noche limpia, sin una sola nube en el cielo, cuando lo despertó la embriagadora luz de la luna llena; primero se sintió un poco desorientado, luego un calor tibio, plateado y dulce recorrió todo su ser, y sin pensarlo más tiempo, miró al cielo y se transformó en Giraluna.
1 comentario:
Qué bien sintetizado el momento! Me encantó...una ternurita mágica.
Saludos, amigo.
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